Psicóloga de formación, especializada en psicología de la familia, con más de 15 años de experiencia en el trabajo con padres y maestros sobre el desarrollo emocional. Su pasión: el desarrollo humano.

 

Sus primeros trabajos como profesional le permitieron desarrollar una mirada amplia y sensible a los procesos humanos y sociales. Coordinó programas educativos-preventivos para varios colegios de Cali. Fue docente de jóvenes universitarios y atendiendo clínicamente estudiantes y colaboradores de la Universidad Javeriana donde laboró por 5 años antes de irse a vivir a Montreal, Canadá por tres años.

 

Durante ese tiempo fuera del país, además de adelantar cursos de maestría en psicología, trabajó como voluntaria en una fundación latinoamericana, especialmente con madres y sus niños menores de 5 años, con lo cual comprendió que la maternidad es una y se vive desde la neurobiología de la mujer (sin importar su cultura), atravesando su esencia femenina, social y cultural, de una manera transformadora y sensible. Esta transformación requiere un cuidado especial, de la mujer y de la pareja, de lo cual depende nuestro desarrollo como especie. Según sus palabras: “…nos hacemos en el cuerpo y en la mente de una mujer y desde este universo, desde allí, nos vamos desplazando paulatinamente hacia el exterior, hacia el mundo social, llevando como equipaje, las huellas dejadas por el cuerpo, la mente y el corazón de la madre. Todo aquello que la toca, todo aquello que la alimenta, es el alimento del bebé”. Y el padre es el sostén, el contenedor de la mujer para que ella pueda entregarse con tranquilidad a este viaje profundo de su transformación en mujer-madre.

 

Hoy en día Paula es promotora de NaSerfeliz como una experiencia transformadora que le permite a los nuevos padres traducir su amor y sus intenciones en acciones concretas que favorecen el desarrollo de seres humanos más tranquilos, auténticos y seguros.”

 

Como terapeuta ha desarrollado su propio modelo de intervención EL CAMINO AL CORAZÓN, basado tanto en los conocimientos científicos como en su propia experiencia de caminar hacia su propio corazón buscando repuestas, equilibrio, alegría y gozo.  En este caminar se ha alimentado de experiencias de formación no solo en el campo de la psicología, el psicoanálisis, la terapia sistémica, la bioenergética, si no también de la espiritualidad. Hizo ejercicios espirituales ignacianos por 10 años y formación en pedagogía Waldorf.

Según ella su escuela más importante han sido las personas que asisten a su consulta y a sus seminarios. "Ellos son los libros que se abren ante mi, para adentrarme a comprender las profundidades del alma humana".