El encuentro con el bebé, tan esperado, anhelado, pensado, deseado se concreta con el inicio de la lactancia materna. Desafortunadamente en nuestro sistema de salud, los protocolos médicos, y las asesorías en lactancia aun desconocen los movimientos internos de la mamá y del bebé que los disponen al establecimiento del vinculo, logrando entorpecer muchas veces este maravilloso proceso. Esto se ve reflejado en angustias innecesarias, introducción de leches artificiales, pezones agrietados, entre otros problemas evitables. De esta manera convierten la lactancia en una técnica de alimentación a pesar de que todo el mundo habla del vinculo afectivo. 

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Es por ello que el acompañamiento a la lactancia después del nacimiento muchas veces se vuelve imprescindible para lograr tranquilizar a la mamá, al papá y a toda la familia para que permitan que la mujer despliegue su potencial nutricio ofrecido por la naturaleza debido al nacimiento de su bebé.